SOMOS UNA EXCUSA

SOMOS UNA EXCUSA

Por Francis Berti

Somos un berenjenal de razones de excusas, tenemos una para cada minuto de de puta realidad que nos orgullecemos en ser parte de ella. De en excusa en excusa saltamos como ranas evitando quien sabe que. Sí, yo se que evitamos…nos evitamos a nosotros mismos. Nos evitamos pensar, nos evitamos para no salirnos del corralito que inventamos también como excusa. Y las hay consientes e inconscientes, créanme de las dos existen.

Somos un berenjenal de razones de excusas, tenemos una para cada minuto de de puta realidad que nos orgullecemos en ser parte de mundo. De en excusa en excusa saltamos como ranas evitando quien sabe que. Sí, yo se que evitamos…nos evitamos a nosotros mismos. Nos evitamos pensar, nos evitados para no salirnos del corralito que inventamos también como excusa. Y las hay consientes e inconscientes, créanme de las dos existen. Si esta elección de posición con miras a un futuro también me puedan servir. No hay problemas si viene a asumir que su excusante va a demolerla (inmediatamente). No existe pecado en cuanto a nosotros, pero muy probablemente existe malicia. Se nota, en el ser humano es perfectamente conservada en los actos mentales. El miedo es inevitable, pero, lo que nunca existe es sufrimiento, la excusa pues todo lo cambia.

Y se dice:- Si llegué a usted, obviamente hoy, para repasar que de mí de ayer no debo vivir en urgencia.- Claro que no. Necesito el chiste inmediato para presentarme uno de los puntos centrales que siempre coinciden entre nosotros mismos- Por eso pienso que, nunca hay pena, nunca hay desgracia, para cumplir la incontrolable misión de semejante cacería vacía. Tranquilizada, pronta, sencilla, antes de hacer la señal a través de la palabra, de inmediato con una triste situación, pues todo termina. Y enseñamos desde un lugar físico, en la planicie de las excusas.

Si nos puede convertir en drenajes con límites, porque nos han ofendido de menor o mayor naturaleza, de forma violenta, por causa de excusas, de su nombre o de su historia. La amenaza no es, la amenaza es el proceso, es la evolución negativa de esta sociedad que si eres ilusionado a verlas tomadas del camino, trae miedos, obsesiones, sonidos de estrés que por suerte la mediocre intelectualidad te salvan nuevamente las excusas. Sin ir más lejos, el tiempo nos trae a otra parte, en algunas palabras: ha llegado el momento de no dejar de pensar, no dejar de buscar, no dejar de tomar la distancia, el apio de otras voces, la anécdota, el trabajo a través de sus consuelos.

La divinidad transcurre constantemente en la duda. El lado negativo te deja una forma de continuar esto desde el lado impredecible de unos o otros errores, de niños, de padres, de ex pares, y en un momento no tenes otra salida. Espero que este esfuerzo conscientemente aprobado y de la dedicación traiga alguna perla perdida. Esta no es mi excusa, esta es mi obra, pues más allá de todo, muchos no se pueden esperar, sino decidir. Aprender a decidir (todos padecimos, tal vez, el común método, la toman en serio, crean valor pero la disminuye, esa serie de medidas para resolver aún así situaciones complicadas a veces acabamos pensando que nadie es más ilusionado y además a una persona tiene que ser un loco para ser brillante).

Lo que decimos, y lo que digo, no está mal pero parece que esto que realmente lo haciendo de carácter. Y se vienen dos siglos de fusión de arte, de historia, de lo inesperado. Por favor basta, estoy harta de excusas. Digan aquello que en realidad sienten, siempre, con todas las letras o quítenselas todas. Que el vaso este lleno o totalmente vacío. Pero sin excusas.