PARA LOS GOBIERNOS DE TURNO LOS CIUDADANOS SOMOS ALEATORIOS, IMPREDECIBLES SERES HUMANOS QUE DESCONCERTAMOS Y ELLOS HACEN LO IMPOSIBLE POR EL DETERMINISMO MATEMÁTICO DE MOSTRARNOS LA ECUACIÓN PERFECTA, SU ECUACIÓN, NO LA NUESTRA.
Quienes deben administrar nuestro mandato, nos hacen girar en el inmenso bolillero de nuestra suerte, nuestras acciones y reclamos no son más que algo fortuito, casual, aventurado, incierto y por sobre todo azaroso, si, todos los ajustes que nos propinan han sido producidos por el azar, las enfermedades, las pestes, la miseria, la pobreza no son otro cosa que el “azar” esas situaciones aleatorias que se le anillan al dedo cuando de poder se habla, este juego perverso en el que le entregamos el poder para que puedan poder solucionar nuestros problemas y aplican todo el poder para que no podamos ni siquiera quejarnos ya que la sucesión misilistica de información nos termina de convencer que la culpa la tenemos nosotros, “lo aleatorios” que nos salimos del orden determinista.
Este sentimiento aleatorio que nos han grabado a fuego, quizás sea una salida elegante de nuestra parte a la hora de cambiar de mandatario, en esta posición no avizoraran que cuando piensen que las bolillas del bolillero están perfectamente cargadas para el resultado predeterminado, la aleatoriedad se presente en su máxima expresión y no sabrán que les paso que el resultado se inclino hacia otro rumbo, un rumbo que también será impredecible, pero en este juego de aceleraciones politik los ciudadanos están tomando el control por lo menos de apresurar los cambios antes de envejecer esperanzados en reyes magos, los aleatorios seguirán siendo aleatorios, pero ya no carne de experimentos de diarreicos parlanchines dirigentes.