CAMBIANDO
Por Francis Berti
Y en una reposera, no hay un solo día donde quisiera leer a Charles Bukowski… Me absurdaria. A luchar con la gravedad, con la edad o la opinión pública, sacarme estos pegotes que arañan por miles. Tengo la perspectiva que todo lo hice bien, porque de qué otra manera lo habría hecho. Es decir, todo en lo infinitesimal, no correr, no aullar, no molestar. Y en esta caterva de susodichos no están, no estarán y no estuvieron. Pero no hay nada, nada que se me abroquele, y así mis dichos serán, serán… serán. El problema de hacer “todo bien en lo infinitesimal” es que te vuelves ontológicamente. Y este es el único lugar donde la realidad metafísica de lo perdido se vuelve real: en la reposera, donde la quietud es tan absoluta que el peso de lo que no hice se hace físico. Los olvidos olvidados no eran personas ni eventos; eran mis posibilidades descartadas. Y esta es la gran burla absurda: busqué la paz en la inacción, y la encontré, pero esta paz no me pertenece; es la paz del objeto inanimado. La realidad metafísica de mi vida es que soy un susodicho que no está, no estará y no estuvo. Pero mi última defensa contra el absurdo es la promesa verbal. La única cosa que me abroquela al presente es la cadena de la repetición: “serán, serán… serán.” No importa lo vacío de mi ser, la palabra, aunque trivial, sigue proyectando una continuidad. Levanté de la reposera. Simplemente, para cambiar la orientación de la reposera. Un acto de voluntad infinitesimal, la única manera de demostrar que el olvido olvidado ha tomado posesión absoluta de la gramática de mi ser.
El saber haber hecho todo bien nos ubica a más de uno en esa reposera orientándola al sol como los girasoles … lagramaticadelsernotienemayusculasnicomastansolosuspensoensuspuntos
Al disfrutar el cambio de orientación de la reposera, mi última defensa contra el absurdo es la promesa verbal. La palabra, aunque trivial sigue proyectando una continuidad.Los procesos de limpieza interna por los que estamos pasando son evidentes: salen a flote memorias antiguas, se liberan emociones atrapadas, la cadena de la repetición:serán…serán …serán.cambiar la orientación de mi perspectiva de vida, para demostrar que el
olvido, olvidado, no ha tomado posesión absoluta de la gramática de mi ser. Rechazo a lo superficial, el ego empieza a perder el control,la transformación se intensifica, será evidente en las relaciones de vida, afectando las creencias, las relaciones.Los olvidos olvidados no eran personas ni eventos, eran mis posibilidades descartadas…..Muy interesante Reflexion, el cambio ya está en proceso. SALUDOs FRANCiS.