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DEPENDE DE QUIEN VENGA

Los saludos por las fiestas y en especial los de fin de año son todo un dilema. ¿Y porque hago esta aseveración? Por que debemos hacer una diferenciación muy estricta, y es, de quien provienen esos deseos de; prosperidad, salud, trabajo, dinero, amor y paz. Pongámonos en lugar de toda la sociedad que espera las palabras de fin de año de sus gobernantes. La sociedad ansiosa, no espera un saludo, espera respuestas de todas aquellas necesidades y sufrimientos por los que ha pasado y pasa por políticas distantes de sus reclamos o proyectos o sueños. Sueños que los gobernantes en el escueto saludito de fin de año, les desea que se cumplan. Hipocresía filosófica y expresiones de forma a la que nos hemos acostumbrado por años.

Y considero que este acostumbramiento es el que nos lleva a aceptar y hasta con sonrisas que presidentes y presidentas nos dirijan sus palabras como observadores lejanos de la realidad, como gerentes de empresas que otorgan un bonus track de fin de año para calmar la sed un día, porque al otro deberemos volver al desierto. Desierto que además por si no nos dimos cuenta es solo para nosotros Scietatiis mansa y obediente pastando en las dunas.

Hay un solo saludo valedero que nos empuja a seguir viviendo y es de los afectos que nos rodean y una mano.

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