En las sinuosas interrelaciones humanas, fuere cual fuere, las circunstancias que nos rodeen siempre y sin siquiera pensarlo está estas dos opciones como arquetipo de todo aquello que a partir de ello nos determina los siguientes treinta segundos o los futuros cuarenta años. También podríamos resumirlo en la frase de; tomar decisiones, acto que compartimos entre nuestro consciente y el in-consciente que siempre llevamos dentro, sujeto indispensable para definirnos como humanos.
Pero aquí no escribo en letras mayúsculas Flee como subordinación a la cobardía, no no, lo ubico dentro de los sucesos que nos guían a no continuar errando, y errando con las dos acepciones, equivocarse y transitar sin rumbo, que si bien son muy diferentes, una acontece y la otra está por suceder.
Y aquí entra en escena Rise (ascender), ¿y porque es tan importante? Ascender es más que un ascenso, un nuevo cargo es importante, pero ascender es el lugar desde donde nunca descenderás, es la construcción más compleja de nuestras vidas, porque los ascensos pos-mortem no cuentan, respetando las fe de todos, claro. Y desde aca empieza la obra, desde los cimientos, nadie nace arriba y nadie nace abajo, luego Flee y Rise se encargaran de acomodarnos.
Tal vez con este precario juego de palabras, nos tomemos mucho más en serio los Flee y los Rise que nos rodean y este maravilloso mundo que nos otorga la posibilidad de observar sin ser molestados a cada uno de nuestros congéneres huyendo o ascendiendo. Es una manera de mirarnos, es una manera de ayudarnos, no hay escapatoria a la inmortalidad, lo que hace aun más interesante mantener los ojos abiertos el mayor tiempo posible.