LA MONARQUÍA PANDEMICA ESTA LLEGANDO A SU FIN, MUCHOS GOBERNANTES POR NO DECIR TODOS, TUVIERON SU CUARTO DE HORA MONÁRQUICO, TUVIERON Y EJERCIERON LA OPORTUNIDAD ÚNICA DE ACTUAR CON CORONA-VIRUS. DECIDIENDO POR SOBRE CUALQUIER PODER TERRENAL QUE SI Y QUE NO.
Aunque insisten en mantener este poder irracional, no dejan de actuar cual príncipes y princesas, porque ha sido igual en género el goce de tamaña magnitud sobre los súbditos ciudadanos, que poco comprendíamos, hasta hoy. La marea virosica se retira, pero ellos no, y quedan y se oye el repiquetear de aullidos en palacios gubernamentales, que algún Bando todavía debemos cumplir.
Dentro los palacios gubernamentales todo estuvo permitido, fuera de ellas la Inquisición. Asi pasamos estos últimos dos años, no solo aquí, en la mayor parte del mundo. Un contagio de desborde de poderes que ni la justicia mas recalcitrante pudo detener. Y cuando la suma de todos los poderes se prueba, ya nada será igual, ni para quienes la ejercieron como para quienes la padecimos.
Se escuchan en los medios los estertores del final. Discursos plagados de incoherencia intelectual se alzan en soberbia providencial de salvadores de la patria, y escribo patria con minúscula, por asi es como la han tratado y si hubiera una letra mas chica ya la hubiesen utilizado para “ciudadanos”. Ahora nos quieren invitar a una fiesta de resurrección, cuando en palacios de todo el mundo se celebraban solo dentro. Afuera el silencia y el encierro.
Todo pasa, todo termina y en este siglo mucho más rápido a lo que estábamos acostumbrados los nacidos en el siglo pasado. El tsunami tecnológico mantiene intacta la conectividad de la humanidad y gracias a ello los poderes absolutos se desintegran se diluyen. Debemos estar atentos, están cebados, encontraron quien los puede nombrar y coronar monarcas. No permitamos mas el Ius Primae Noctis.