EN ESTA ARGENTINA ACTUAL DE POLÍTICA DISTOPICA ¿QUIEN ENCANDILA MAS? ¿PORQUE EN PLENO SIGLO XXI, LA OSCURIDAD TOMA EL PODER, LOS RECAUDADORES DEL REY, LA JUSTICIA QUEMADA Y UN PUEBLO EMPOBRECIDO NO VE NI OYE? UN PUEBLO ENSORDECIDO Y ENCEGUECIDO.
“El espectador no puede representarse él mismo las cosas, de manera que su visión depende siempre de lo que se le permite ver y lo que no se muestra tampoco puede ser visto, ¿Qué o quién muestra? Lo que muestra es la subjetividad submediática” Boris Groys.
Rayos-C brillar en la oscuridad iluminando las Puertas de Tannhäuser, decía Roy Batty, el replicante, en la última escena de Blade Runner. La luz enceguecedora de la tecnología al ritmo de la Ley de Moore es en parte responsable, de la que se han aprovechado poderes irresponsables de toda responsabilidad, en sumir en la más absoluta oscuridad al absolutismo democrático actual en el que vivimos en Argentina.
¿Cuánto tiempo le lleva al cerebro enviar la orden a sus ojos para adaptarse nuevamente al camino cuando conducimos en la noche y nos encandilan?. El tiempo de respuesta depende de dos decisiones; una instalada inconscientemente y premeditadamente por la subjetividad submediática, de la que habla Boris Groys, y seguimos encandilados por la belleza de la falsa luz, y la otra; con los sentidos que nos quedan o con el único que siempre responde en el último segundo, el de la supervivencia. Entonces buscamos en la memoria de nuestra historia, para que ella nos indique las respuestas de la realidad y devuelva la capacidad cognitiva de análisis y acción inmediata de la situación, evitando el estrago.
Acá se produce, por lo expresado anteriormente, una serie de estadíos conducentes e inconducentes al mismo tiempo sobre las dos alternativas, que trataremos de explicar a partir de la siguiente premisa; “¿fuimos los mismos encandilados que encandilamos, los que estamos tratando de evitar el desenlace fatal?”
¿Cómo llego a posicionarse el vehículo encandilante en el camino del encandilado? ¿Quien le permitió subirse a un camino de años de otorgarles electoralmente la construcción para que fuera parejo, suave, sin pozos?, Quizás los constructores olvidaron poner algunas señalizaciones, alguna marca fluorescente antes de una curva, tal vez, pero de lo que estoy seguro; no pusieron el cartel de Stop a algunos conductores irresponsables.
El encandilado que otrora por no poner los carteles de Stop, se creía encandilador, dejo que un nuevo encandilador subiera a su camino y lo trágico es que este nuevo conductor se encontró sin carteles de Stop, y avanzo haciendo morder la banquina a los ahora encandilados. Ahora no controlamos las rutas, y los expedientes de multas se acumulan. Pero lo preocupante es que los conductores irresponsables, aun fuera del camino siguen siendo irresponsablemente egoístas. Ninguno asume cuantos carteles de Stop debía haber colocar él. Y ya no reconocen a los transeúntes de a pie que en otro tiempo los trasladaban en colectivos naranjas.
Seguramente y como siempre pasa, (¿pasara esta vez? es el pueblo y solo el pueblo quien saldrá a las calles a poner los carteles, los pintaran como puedan, de cualquier material, pero se leerá y se oirá desde lejos STOP. Y los ciegos volverán a ver y los sordos escucharan. Ante la Ley de Moore; “o lo hacemos ahora o permaneceremos muchos años en la oscura edad media”. De la política vernácula.
“Todo lo que una vez fue vivido directamente se ha convertido en una mera representación. Vivimos la declinación de ser en tener y de tener en un simplemente parecer” Guy Debord, en su clásico libro; La société du spectacle.