LUNARES
Todo comienza con un lunar, todo comienza con el primer descubrimiento, luego otro, y otro y otro más. Continúan una y otra vez los viajes a cada uno de ellos, empieza la colonización de los lunares y ya no te alcanza y sobre un lienzo dibujas un mapa ¿Necesitas un mapa de cada uno de ellos? Todavía no te atreves a ponerles nombre, a identificarlos. Ella se mueve y pierdes de vista mucho de ellos. Te los muestra sin mostrar. Te los obsequia sin entregar. Esos tesoros que deseas no te los puedes llevar, no los puedes guardar ni vender, Tampoco a ella. ¿Qué vas a hacer?
¿Vendrás de vez en cuando a visitarlos? ¿O le pedirás que te permita quedarte? Un lunar a la semana, un lunar cada día. Así es como suceden las cosas para mí. Quizá no es buena idea contarlo en vista de que se desvanecen tan rápido, pero es lo que hay, y lo extraordinario de mi vida es que siempre hay una nueva oportunidad de descubrirlos. ¿Cómo puede haber tantos lunares en una vida? ¿Cómo puede ser tan fácil encontrarlos? Y a veces no los encuentro. A veces me despisto y paso por alto uno que esté muy cerca, como un lugar en el que estoy, algo que he visto muchas veces y que ahora parece estar siempre allí pero que no se me había ocurrido antes.
¿Dejar de verla? ¿Dejar de quererla? ¿Dejar de estar con ella? Una vez más has perdido una oportunidad, tu constelación ha desaparecido. Tienes que aprender a ver porque solo de esa manera le alcanzará para que la descubras y te descubra. Pero no te preocupes, todo está dentro de ti. Careces de la luz que necesitas para ver y encontrar lo que buscas. Tienes que reconocer tu número, estás rodeado de lunares, pero tú no los ves. Tienes que descubrir la luz que se esconde en tu interior. Me gusta: Me gustas cargando tus lunares…Cuando te vuelvo a ver, me siento como antes, cuando no te conocía. Si alguna vez te admití que nunca había visto nada igual, hoy soy más sincero. Sigo sin ver nada igual.