PARTIENDO DEL TÉRMINO FOUCAULTIANO DE BIOPODER COMO LA ESFERA DE LA VIDA SUJETA AL PODER, ACHILLE MBEMBE PROPONE LOS CONCEPTOS DE NECROPODER Y NECROPOLÍTICA PARA DESCRIBIR LOS MECANISMOS POR LOS QUE SE ESTABLECE Y MANTIENE UN CONTROL SOBRE QUIÉN PUEDE VIVIR Y QUIÉN DEBE MORIR.
El uso y abuso de la pandemia en los estratos sociales de Argentina, me llevo a repasar algunos viejos textos, que en su momento se planteaban como teorías, y descubrir que no lo eran. Foucault con el Biopoder y Achille Mbenbe con su Necropolitica, no hacen más que poner blanco sobre negro con una constante de los gobernantes de turno de determinar quien vive y quien muere, cuando y como. El biopoder como sustituto de guerras o dictaduras. Enguantados en seda democrática somos solo ganados al matadero.
A modo de ejemplificar el Biopoder y sus consecuencias, tomemos una medida tomada por el ex mandatario Mauricio Macri. El aumento desmesurado de la tarifa de uno los servicios públicos, la luz. Blandiendo con propaganda las bondades de ahorro y tratando de inconscientes a cualquier ciudadano que se ocurra estar en remera en invierno dentro de su casa. (Si esto no es necropilitica, ¿Qué es?).
Pero esta determinación no es nueva, ya hubo una prueba por parte de empresas eléctricas en África, que tomaron una ciudad del Apartheid profundo y comenzaron a aumentar mes a mes el precio de la tarifa energética. Solo querían saber cuánto soportaba ese grupo societario, cuál era su límite de sobrevivencia. Luego esos datos estadísticos se transmitían a sus empresas energéticas en el mundo como base: Ya tenían el límite que podía soportar una familia en el costo de energía. ¿Quedo alguna familia, comercio o empresa en el camino perverso de prueba? No importa. Daño colateral.
La ocupación moderna, en cambio, es fragmentaria, pues divide el territorio según una cartografía transdimensional divisiones que responden a necesidades estratégicas, y el territorio consiste en redes de fronteras interiores y células, todo vigilado. Mbembe llama a este modo de administración soberanía vertical. Esta división territorial propicia las situaciones de violencia, creando un estado de sitio que justifica las prácticas necropolíticas.
Todos los estados modernos clasifican las vidas de sus sujetos en un sistema donde la muerte de ciertos cuerpos no es sólo esperable, sino incluso rentable. Mbembe explora los modos de implementación de tecnologías necropolíticas.
El geógrafo y politólogo sueco, Rudolf Kjellén, en los años ’20 publicó una serie de escritos que integraban los nuevos saberes, intentando pensar al Estado como un organismo. Buscando nombres apropiados para las diferentes ramas de la nueva ciencia política que vislumbraba, acuñó los términos ‘geopolítica’ y ‘biopolítica’. Este último concepto lo aplicó a la vida social, a las luchas de ideas e intereses entre grupos y clases que transcurren en la sociedad.
Los acontecimientos políticos en Argentina, desde el inicio de la pandemia y los resultados desfavorables del poder de turno hacen apenas unos días, han puesto de manifiesto la actitud del biopoder en su máximo esplendor. La Necropolitica y el Biopoder como nuevo norte en la desesperada vocación disfrazada de democracia.