NO DESEES DEMASIADO ALGO
Por Francis Berti
No desees demasiado algo, porque puedes correr el riesgo que se cumpla. ¿El riesgo que se cumpla? Siempre me lo he preguntado. Desear algo y verlo concretado. ¿Cuál es el riesgo? Siempre los riesgos han sido han sido el motivo de mi vida, correr en ellos, desafiarlos, vencerlos o en las derrotas consuetudinarias…aprender. Pero esta historia que les voy a relatar en modo ficción, anqué de putisima realidad. De hiperracionalidad profunda devela con precisión exquisita que aquella frase no solo es real sino que deseos que uno expresa o pide, y a vaya saber a qué dios o dioses, depende del siglo que se encuentre. Deberás ser tan cuidadoso como andar de puntillas sin quebrar el papel de arroz, como monjes tibetanos en su iniciación a la perfección. Elevándose. Transmutando sus emociones y energías para luego llevar sanación de las mentes desordenadas, desquebrajadas, arrugadas que caminan en círculos de sus estructuras durante años, vagando por la mediocridad de la exaltación colectiva empeñada en que no te salgas de alli.
El cuentecillo comienza como los maravillosos cuetecillos que nos cuentan aquellos afectuosos seres ancestrales que llevamos para siempre en nuestra inimaginable imaginación.
¿Y cuáles son las palabras mágicas? Vamos….no me vengan con que las saben…
Once Upon a time… (Había una vez). Si Había una vez… Un simple humano un mortal, desterrado de el mismo por los mismos de el…. que su mente no dejaba de repetirle….desea…desea lo que quieres…pide una y otra vez….y no dejes de hacerlo… y asi una y otra y otra vez…de la misma forma lo solicitaba a los Dioses. De aquel siglo en el que había nacido. También su razón le repetía la segunda parte….pero no demasiado le decía su razón, o el no la escuchaba. Pues puedes correr el riesgo que su cumpla….el pequeño humano no comprendía esta contradicción…y continuo y continuo solicitando su deseo.
Un día de anochecer caluroso de cuarta luna, el Dios Mercurio se presento ante él, Mercurio(el mensajero de los Dioses- bueno-, mas considerado como el chismoso del Olimpo)-Te escucharon- le dijo… escucharon tus voces deseando deseos, ven conmigo. –el mismísimo Zeus te recibirá. Y hacia allá fueron. El pequeño humano no salía de su asombro, el lugar era indescriptible. Estaba en el Olimpo, por un instante pensó que estaba muerto… Zeus le dijo … acércate… el mortal pequeño no podía ni moverse de estupefacto…!Acércate! Le grito, -Su voz retumbo en ecos por todo el Olimpo. Puedo darte el poder para lo que desees…pero ni pienses que serás un dios ni siquiera un semidiós…tan solo un pequeño humano con el don que pidas…¿Qué quieres?…El hombre no dudo…-y le dijo_ Quiero tener el poder o el don que de alguna manera pueda cambiarle la vida a los otros humanos que lo necesiten o me lo pidan o ni siquiera me lo pidan con solo yo darme cuenta que lo necesitan… y quiero que pueden sentirse aliviados y sus vides cambien hacia lo que ellos deseaban y no veían.
Mercurio se había quedado a varios metros de la conversación. Escuchaba con atención. Zeus…lo miro a los ojos y vio en pequeño humano que decía la verdad podría con su deseo. Bien…le dijo. No has venido a pedirme fortuna, poder o la eternidad…la mayoría viene a eso… Ya te he concedido, te concedo ese poder, se que lo usaras y harás grandes obras en otros humanos y ellos te lo agradecerán, te adoraran, te admiraran y te querrán y nuca te olvidaran por el resto de toda su vida. El pequeño humano sonrió…y miraba como esperando un báculo, una vara o sentir en su cuerpo alguna energía especial. Nada de ello ocurrió. Zeus le dijo…-Ya está hecho…Ve y haz con tu poder lo que has venido a solicitar. – ¿Cómo lo hare? Pregunto el simple hombre humano-, Zeus le dijo;- Todo lo que tienes hacer en verlos, observarlos y dile lo que ves en ellos….porque ese es tu don, el poder que te otorgado. ¡Y ya vete!
El pequeñísimo Humano se fue a recorrer su propia vida con este poder otorgado, con ese don regalo de los Dioses., no tenía muy claro cómo iba a hacerlo, pero sentía que ya no dudaba…y eso era un buen comienzo. Luego que desapareció. Mercurio se acerco a Zeus y le pregunto… ¿Zeus no escuche decirle que le hayas dicho el precio que pagara por el don y el poder que le has otorgado?- El no pregunto.-dijo Zeus. Sí, Pero podrías habérselo dicho, -Replico Mercurio.
Mi querido Mercurio el precio que pagara lo descubrirá solo en el transcurso de su mortal mortalidad. Deberá cargar con ello, deberá aprender que un don y poder siempre tiene su contra historia….Y te aseguro que habrá momentos que zozobrara…pero sobre el final de sus días lo aceptara…su razón se lo hará ver con la más profunda crudeza.
Mercurio se fue mascullando con cierto dolor, ese pequeño humano cuando lo descubra ni yo podre ayudarlo…! Te escucho mercurio! -Dijo Zeus- y sabes como mensajero de los dioses que te esta ´prohibido advertirle a un humano. Si…Zeus……sabes que no lo hare….pero no crees que el precio, el precio de una vida en la Eterna Soledad, será su única compañía hasta el final… ¿no es demasiado?… Eligio Mercurio…el eligió. No se dará cuenta por muchas décadas…el día que si lo haga…lo aceptara…salvo que… ¿Salvo que Zeus? ¿Existe una salida? Insistió Mercurio -Zeus dijo: Siempre la hay. Siempre la hay. No te diré nada más. Otro día, quizás otro día… te contare, curioso Mercurio.
La vida está llena de riesgos,que vale la pena afrontar y superar, es parte de vivir.Los efectos son semejante a las causas y nos hace adquirir experiencias positivas o negativas. Interesante el cuento deja mucha especulación y curiosidad sobre el final del mismo.Saludos Francis.