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¿Y QUIEN ESCRIBE LA HISTORIA?

¿Y QUIEN ESCRIBE LA HISTORIA?

Por Francis Berti

 

Contar la historia de cada día para caminar, que aburrido caminar sin que la historia hable. El camino debiera escribirla. Tus recuerdos son una constante de de ese camino que debió escribirla y lo hizo, te hizo. Te hace inmensa. Belleza historia del camino que te escribe.

 

Contar la historia de cada día para caminar, que aburrido caminar sin que la historia hable. El camino debiera escribirla. Tus recuerdos son una constante de de ese camino que debió escribirla y lo hizo, te hizo. Te hace inmensa. Belleza historia del camino que te escribe. Sí, las noches. Todos deberían ser como esos días en que veas una estrella de sol de verde, te habla, y todos se detienen al frente, como si fueran niños que escuchar a otro niño a pedir el camión que los lleve. Y por cuatro horas te enredas en ellos, empiezan a comer. Ya lo siento, sabes que vale la pena hablar. También es cierto en verdad que ya no escucha a nadie. Sí, tu cuerpo solo se permite algo…ver ¡cielo! Cinco minutos hoy. Todos caminan por mí.

 

 

El día siguiente comienza de nuevo con el mismo juego de noche, caminando. De noche por noche por noche. Voy, están caminando. El tiempo se está jugando en frente. Entonces es un par de juegos. Seguidores de ella, los recuerdos. Pero la parte que no escucha, que no espera, que no tiene límites, que se desliza por abajo, aún siente, le gusta. Nunca nadie. La noche es dura. ¡Gran! Sexto día. Puede ser cualquier numero, que va! El otro día. Todos los días de la tarde. ¿Es por no escuchar? La noche se desliza para él. Aún no escuchó. Escuchó a cada rato. Escuchó a la mañana. Nunca escuchó escuchando todo se apelotonan las palabras que el camino desparrama y y sin tener que recogerlas se vienen a mí.

 

y quizá ya sea todos los días de la tarde. Que, como siempre tiene para escribir, que es de los que se habla más. Ah, no está claro que no. Otro día. Está claro que sí. Esta vez de noche y de noche y de noche. Puede ser el día de las que no haya visto ni nada de ella, ¡sí! aún siento. Él se entero de las palabras que el camino desparramó y que la noche y el entierro se acercaron, pero parece que él también necesita escuchar. Ese día solo lo escuchamos. Y siento un calor infinito por el camino. Por las noches. No me descuido de qué está pasando. Por el día siguiente. Un viernes. ¿Qué un viernes sigue? Cinco horas. Faltan cinco horas ¿la historia determina horas? Un día. No soy así. El día de fiesta es el día de recuerdos. ¿Usted espera cinco horas conocer cuál es ese día? Y aquí está. Otro día. Esta vez que le impresionaron los niños al descubrirlo. ¿Está esperando un día y ese día? Otro día de noche. Aún quedan unos fritos. Otro día. Todos los días del cielo, que no hay mañana, ya se acercaron, en sus botas, en sus cuerpos, en sus perfiles sociales, al otro día. Más allá de qué es el día. De aquél día que ya se puede descubrir todas esas otras noches que no lo escuchaban. Muchas horas después. Al último. Y al último minuto. Nunca habla de ellos. Nunca se expresa. Nunca habla. Aún es un llamado. En la noche, desde más cerca que un desprendimiento. Aún desprende los nervios. Camino raro escribiendo historias.  Aún tiene ganas de escribir. Ya lo tiene y ya lo sepa. Aún tiene esta. ¡Ahora puede estar todo el día! ¡Ahora puede escribir por todos los días! ¿Cómo fue? Si alguien se le preguntó, no escuchó una mujer muy respetada. El mostrador habla.  ¿Qué dice? La maternidad es el acabado de estar hoy de pie. ¿Ha escuchado eso? ¿En las dudas? ¿Cómo es posible que no lo escucharan a más de una persona? ¿En las ganas de atajar? ¿En las palabras que no escucharon a alguien? Ahora tenemos que escucharlas.

 

 

Aquí hay un borde que nos protege de nuevo. Hay que estar encerrados en un área donde nadie se puede parar. Un acervo en donde nadie se puede ir. De dónde hablar. Sólo estoy. Sólo. Ojalá alguien me dé alguna clase, ayude a descubrir el hombre dado. La verdad, siempre escuché. Me hablaron de ciertas cosas en las que nunca escuché, pero sí escuchaba los problemas. Luego escuché a mis hijos. Me hablaban de cosas que nunca he oído. Más allá de que los estaba acompañando en la misión. De recoger la historia en guijarros del camino que no dejaba de arrojarlos.  Alguien que quiera. Aquí está el camino arrojando todas las historias, vengan a recogerlas. Están las de todos. Y escúchense.

 

1 pensamiento en “¿Y QUIEN ESCRIBE LA HISTORIA?”

  1. Con nuestra historia de vida,vamos trazando un camino, transitamos habitualmente de un lugar a otro.Nuestra historia la escribimos a partir de una conducta en blanco.En esta historia escrita la persuasión está presente como una forma de convencimiento, de justificar tus emociones negativas.También está presente la sugestión para hacerte creer que los resultados predichos se presentarían en realidad.Adquieres la experiencia que te ayuda a manejar los conflictos ordinarios y el Stress moderado liberándote de las emociones invalidantes.De las hojas que arroja aún el camino, recogeré las mías, para seguir escribiendo o porque no escribir otra historia diferente.

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