ACURRUCANDO DESVELOS (POESIAS ROJAS EN EL CIELO)
Por Francis Berti
Mis tres, mis tres límbicos ontológicos que en el desvelo de las desveladas vivientes, recurro como soplos a entregar en la mañana de cada día, acariciándosele el sol que se despierta en su rostro de pensamientos, ¿Me pondrán en su primer lugar? ¿Aunque después su mundo lo olvide por la fatiga presentada? Estar primero en sus ojos dormidos. En sus líquidos bebidos, escenas que no dejan de mantenerme día a día con mis ojos expuestos y mis oídos buscando sonidos. Puedo entender las distancias así como los tiempos, pero destrozan mi alma los silencios, esos relojes de arena que ves como caen en el final finito. ¿Que acabara de común acuerdo por la razón que no entiendo y acepto? En años se golpearon en las palabras al viento en que no le llegan los alientos, en las miradas que brillan y no se acarician, pero se mueven en los gestos. Quiero entender las distancias y no puedo, quiero entender los tiempos que faltan por llegar y no quiero, pero me destrozan los silencios. Los pequeños, me devuelven esos que se sienten sin oír. Yo que de sordo los escucho, comprendo las distancias y los tiempos. Y sanan respondiendo.
Gran reflexión, entender lo que existe en la vida afectiva, de acuerdo a las circunstancias involucrarse y permanecer en la formación de la memoria, controlando las emociones, ser una motivación en la vida afectiva de nuestros seres queridos y ser parte de sus recuerdos aunque se termine el tiempo de permanecer con ellos, ser parte de los tiempos que faltan por llegar a pesar de las distancias,ser parte de su esencia con su energía cargada cósmicamente en un estado espiritual, mental y físico. Interesante publicación. Saludos.