ME PINTAS IMÁGENES MENTALES
Por Francis Berti
“Me pintas imágenes mentales”. Frase supranatural. Paralizado. Que me condujo a mi abstracción de raciocinio. Intenso. Abrasivo de abrazador. Me hundió en ellas. ¿De qué cerda esta hecho el pincel, ¿ De qué noble madera el asa? ¿Cuáles son las líneas por donde transitar para poder realizar semejante acto? Y así fuera, como que no podía ir por más, debía desafiar la realidad, tener que escuchar mejor y mirar más.
Trascendiendo cualquier cantidad de puntos alrededor de ella, difícilmente puedo enfrentarla. Aún, tratando de mantenerla en algún ojo, de pasar de verla, levantándola en la cabeza sin vejarla. Sin vueltas. Vuelvo a levantarla, mirándola, mirarla. Me hunde de nuevo, y me rosa sin razón algo que existía: un irracional. No, no, está claro, no tengo por no ser una realidad. Dicen que lo padecí de manera que no existe. Que cuando la deja embotellada yo le tenía mucho que cuidar y no puedo ser así, sino he llorado. ¿Qué he hecho? Me engañaron y los engañaron también.
No quiero ir más lejos, no tengo un sueño. Pues sin lugar a dudas. No tengo el sueño. Es mentira, no es mi sueño. ¿Por qué no fui detenido? por pintar imágenes mentales Lo hice. La razón es eso, lo estoy decidido a defender. Y tampoco me importa. Voy a moverme, no voy a la mano sorpresiva, sino casi alguien exentos. Dicen que me apresuré a meterme en estos temas. Que me habrán inventado otros periodos de siglos pasados. Pero también que hay que hacer este tipo de trabajo en la sociedad actual. La puta sociedad actual que me enroque la mano o se me ha envuelto en una herida blanca que no sangra.
Quedé en la calle para tomar unos días de ida y volver, siendo escasamente consumido, con sonido del gel que tengo en la boca. Quizá pase a otro mundo. Que soy una química que me ha quedado, esa embotelladora, un conjunto de venenos inocuos y colores jamás mezclados. Pero perfectamente amalgamados. Porque si. Porque si así fueron y serán. Algún ácido que no responde ni al aunque las instancias sean de codicia y superficialidad. La realidad es irracional. No es lo que estoy señalando, nada más lo que ya sé y lo sé bien, es más: no hay justificación, ni vacuna contra la opinión y no deseo aplicármela, no me interesa.
Ya no ofrecen mucho, una persona mejor, algo sencilla, para el que le caiga bien el balón de cerveza marrón. Exigente. Para el que no le caiga, involucrar el interés, y por dónde los demás la imposibilidad de que venga a ganar, porque saben mejor. Igual que un borracho. Nada de más. Sólo sonrisas y química. Mis años. Mi adicción a pintar sin saberlo imágenes mentales. Hay dos tipos a los que la noche de le cambió su vida: un desconocido entrando sin lastimar, y una mano rescatándolo…cubierto de barro endurecido…tan solo lo hundió en su agua de esas imágenes que se salpicaron de cada gota de color que fue liberando. Y debajo miles brillando. Llegamos allá. Algún monstruo quedó en el piso, alguien agarrado, sin fuerza ni idea. Queda caminando una piedra de la desesperanza sonriendo en la calle.. También quisiera despertarlos y quisiera enseñarles a que aman al momento y estén compitiendo con el instante. Tomen una foto de “Me pintas imágenes mentales”
La vida sería insoportable sino recurriéramos a la racionalización y protecciones psíquicas. A través del largo período de desarrollo establecemos mecanismos de defensa entre los impulsos en conflicto para aliviar las tensiones, plasmando en un lienzo la reproducción mental de personas u objetos, utilizando el arte abstracto como expresión de sus sentimientos, que son Interpretados de forma diferente en las personas que lo perciben, desafiando lo establecido por la sociedad actual,este reforzamiento de pintar imágenes mentales le dan la capacidad al individuo de vivir en paz consigo mismo.