¿QUE HACES?

¿QUE  HACES?

Por Francis Berti

¿Qué haces en el mundo más pequeño? ¿Un hombre sin temor? ¿O una mente que no puede ser contenida?….Soy el buzón o soy la carta…o ambas al mismo tiempo. Vagabundo recolectando felicidades que arrojan por la ventana que ni llegan al piso. Uniendo las piezas del rompecabezas con faltantes que duermen y no avisan. Y entonces, las ventanas comenzaron a hablar. No con palabras, sino con melodías de lluvia y sabor a metal oxidado. El buzón, ahora con patas de gallina, corría persiguiendo las cartas que se convertían en mariposas de papel carbón. Las felicidades, pequeñas esferas de cristal, rebotaban en el suelo, rompiéndose en carcajadas. Las piezas del rompecabezas, ahora con ojos que parpadeaban, me miraban con reproche. “¿Por qué nos intentas unir?”, preguntaban con voces de terciopelo. “Somos felices siendo incompletas, durmiendo en nuestros propios laberintos de olvido”. Y tenían razón. La lógica era un pájaro disecado, la cordura un payaso con zapatos de plomo. Decidí unirme a la fiesta de lo inconexo. Me puse una máscara y bailé, mientras el buzón y las mariposas de papel carbón jugaban con las felicidades rotas. De repente, todo se detuvo. El silencio, denso y pegajoso, cubrió el escenario. Las ventanas se cerraron de golpe, las mariposas de papel carbón se convirtieron en cenizas, los colores se evaporaron. El buzón, ahora un simple buzón de metal, me miró con ojos vacíos. ¿Qué había pasado? ¿O acaso la realidad era solo un rompecabezas incompleto, un buzón sin cartas, un vagabundo sin felicidades? La respuesta, como siempre, se había escapado por la ventana, dejando tras de sí un eco de preguntas sin sentido.”