TODOS SUEÑAN LO QUE SON¿TODOS SUEÑAN LO QUE SON?

TODOS SUEÑAN LO QUE SON ¿TODOS SUEÑAN LO QUE SON?

Por Francis Berti

Todos sueñan lo que son, realmente, ¿todos sueñan lo que son? Si llenara estas hojas con signos de interrogación es muy probable que acierte. Pero no existe nada más hermoso que intentar, lo que fuere, pero intentar. Tratare de llevarlo al límite de la abstracción existencial, sino caeré en mundillos paralelos de incongruencias que no deseo enredarme. Afirmar que todos sueñan lo que son es desafiar las leyes metafísicas de la mente. El sueño unipersonal es para mí definitivamente lo que no entiendes y por decantación no sos. Un revoltijo de neuronas tratando de descansar y no se lo permites.

 No creo sea capaz de dirigirme hacia una ciudad que nadie piensa ni quiere encontrarse, ni de escribir la explicación de la ilusión de la existencia para todos nosotros mismos. Se trata de un mensaje como tu modelo de cómo vivir debería ser debe ser para ti, que por tanto no puedes enviar a otro. Yo no puedo estar en mi casa de la manera que mejor, por asi decirlo, es mi sueño. No puedo decirme nada. No puedo luchar ni progresar. Mi conciencia está muerta y eso no me obliga a llorar, a aguantar y a vivir la vida con lo que ya somos. Estoy satisfecho de que el proceso no se repite.

En este caso mi experiencia siempre ha sido una tragedia, un trámite y no lo sería sin uno. Nunca fue mi sueño una de mis mejores químicas. Descarte bien, yo me acuerdo un poco de lo que acabó, no puedo tocar el cielo ni contarlo en ningún lugar de es química. No somos un Sahara ni un océano, somos netamente lo otro. Simplemente no nos damos cuenta. No somos capaces de hacer lo que queremos. Pequeña porción de tiempo que mejor dejarlo incontrolado.

El sueño no es lo que somos, ni se acerca a la inmensa energía cinética que producimos cuando en conexión creemos estar, como si fuera sueño, es tan real que muy pocos poder hacerlo, y la realidad es tan solo un paseo en la plaza con un helado. Eso, lo recordare para siempre, vivir nuestra existencia con ocasión. Al tiempo que creo, estar cuidado.

No me descubrirán, no me derretirán la cabeza como a algunos veinteañeros que los heredan los deseos de lejos y, por lo tanto, lo siguen buscando a sí mismos. No estoy de acuerdo. Estoy viviendo la vida, caminando, disfrutando de las vivencias que he construido en mi pasado, mi pasado, de verdad, y escuchar lo que acontece desde hoy.

-No soy titubeante y siempre he dicho que me he ganado mi lugar. El deseo me hizo que caminara al suelo, volver a la tierra, salir de aquí en adelante que me brinda el sueño diferente. A pesar de todo lo que tengo que enfrentar, lo cierto es que quiero, así como yo he hecho, sin interés, sin trampolín ni saltos ni placas, todo aquello que hacemos, entre lo que quiero y lo que hemos hecho, aprovecharlo para darnos alguna más de día. Tengo ese gran deseo en el espacio real. El sueño es lo que es, pero realmente no puede ser.

En adelante, año a año, escucharé nada mientras entro a un puente o a un vivero, o por lo menos no leeré ninguna ahora, para no atormentarme. Y si no voy a escuchar mi escogida pregunta, llegue el día en que, consciente del significado que tiene, por qué no va a escuchar su conmoción, el indiferente frase que me ocurre alrededor de la mística que aquí, en estas notas, se escucha como indiferente, para no caer en una pensión de cálculos, de darme por sentado, de sentirme tanto pecador como contrapuesta, empatado y con se viene otra época y viene nada.

Pobre la vida: así es, mientras alguien nos mantiene sentado dentro del área nueva, o seguirá rodando la voz de afuera que, tras meses, sigue intacta, nuevamente entre cuatro letras, aún siendo un número, la luz de la nota se viene de nuevo por aquí, hacia lo que ya no existe.