OASIS MENTAL
Por Francis Berti
El deber querer ser y las lagunas mentales artificiales para sobrevivir. Nativos o por opción. Con diplomatura y medalla de honor en pelotudeces. Pero existen seres refugiados, protegidos de todo esta barbarie inocua en lo que llamamos “Oasis Mental” pocos lo encuentran, pocos lo huelen y casi nadie lo ve y solo se puede vivivencial de a dos. Te tomaran por desquició, por raro caminar o ni siquiera comprender tu escritura y tus nexos coordinantes de párrafo en párrafo.
El deber querer ser y las lagunas mentales artificiales para sobrevivir. Nativos o por opción. Con diplomatura y medalla de honor en pelotudeces. Pero existen seres refugiados, protegidos de todo esta barbarie inocua en lo que llamamos “Oasis Mental” pocos lo encuentran, pocos lo huelen y casi nadie lo ve y solo se puede vivivencial de a dos. Te tomaran por desquició, por raro caminar o ni siquiera comprender tu escritura y tus nexos coordinantes de párrafo en párrafo.
De ti todas las misiones esgrimidas por tu sueño vinculan a un cuerpo virtual sobre sus pérdidas, nacimientos, casas, familias, legados y la preocupación principal, el tiempo. En tu cabeza necesitas ser y no conseguir estar. Por eso queremos celebrar tus sucesos y exaltarlos hasta los ojos del mundo. Dejo que te pongamos a pensar. La muerte sin más explicaciones no es así para nosotros. Estamos convencidos de que vivimos en teoría. Desde tu miedo hasta el obsequio, con diferencias de fuerza a través de la relación.
La corrida por los tiempos están agotando tanto la energía que necesitamos que sepamos su falta. Todas las energías no sirven para más. El corazón exige nuestra adhesión. No queremos apagarnos en las llamadas de tu sueño. Mientras las labores seguirán, nos importan los métodos de vida que expliquen sus fines, así nos entendimos. La historia es segura. No hay que olvidarlo. Y para leerla también hay que escucharlo. En el tiempo que esperamos tendremos que adelantar la llegada, ir al ámbito, de los logros más grandes y luchar para el sentido común.
Somos una gran flotación entre sombras y banderas, sentimientos y fraternidades. No podemos desterrarnos en una esquina sola para perdernos. Todos debemos romper el estropeo y conectar. Si queremos construir, deberíamos llamar una puerta, actuar en conjunto, aflorar, difundir. Tomemos el poder y ya no hay nadie, ni en el infinito. En la imperfección estamos, en el proceso de decisión y a la vuelta. La es necesariamente la mejor, tan buena como el agua del “oasis mental”. Que siempre se puede preparar algo mejor para él. Lo que es difícil aún en parte para algunos, ya no es una condición. Pero por favor no desista. Puedes abrir otro oasis mental para obtener lo que desees. Recordemos estos párrafos que ya hemos expuesto, una de las razones por las que casi nadie se entera de nuestro destino. Mejor una pausa antes que sigas tratando de llenar de sangre esos que ya no existen. Yo no he dicho que será igual o peor. Me digo; soy solo esto.
Nosotros, hijos de los primeros desiertos, somos los primeros en llegar. Y este será el último salto. Nosotros como el mundo en forma de microorganismos nos encontramos en el centro. Todos vamos seguros a morir a través de nuestra enfermedad. Y aquí, en esa base, está la estabilidad, en la respuesta conocida como respuesta emocional, desarrollada por la ley de sentido común y la satisfacción.
No hay que olvidar que las emociones son siempre las auténticas, así que si hay dolor, hay causa. La causa importa no el dolorcito tonto. Lo que importa, es de la cual estamos habituados y aquí es fundamental. La paz no es que no te molestes, ni cuando no te vayan a ver. La paz es que no molestes al resolver el problema ocurrido. La paz es tener una respuesta desobediente a los cambios en el ambiente y la cual antes, contribuya al cambio.
El deber querer ser, se altera ante la disparidad entre los logros individuales y la ambición, los sentimientos de insatisfacción e irritación con uno mismo,nos llevan a un aislamiento mental, que nos permita una tregua entre el deber ser, y construimos un oasis mental, buscando una tregua, descanso ante las penalidades y contratiempos. Las emociones deben ser siempre auténticas y luchar por una causa justa, sin perder el sentido común. Tocar puertas y pedir ayuda para lograrlo. Para lograr grandes logros tenemos que adelantarnos en el tiempo que esperamos.Construir un segundo oasis mental para recargarnos de energías y obtener las fuerzas para perseverar y recordar que el corazón exige nuestra adhesión para tener un equilibrio emocional más firme y mejores logros.
“What did Coach have to say when he saw all those hard-young cocks in the locker room?” His dad asks.